Muchas veces pensarás

Algunas cosas que hemos aprendido al convertirnos en padres adoptivos de una niña que llegó en edad preescolar.

  1. Muchas veces pensarás: “¿en qué me metí?”, “¿seré capaz?” La respuesta es sí. El miedo se apoderará de ti en varias ocasiones, pero nunca te olvides que fue tu valentía y fortaleza las que te tienen aquí.
  1. Todos te darán consejos y, cuando estés en el ojo de la tormenta, es muy probable que los tomes todos. Muchas veces tendrás que tomar distancia para ordenar tu mente y corazón.
  1. Cuando sientas que algunas experiencias te superan y que, supuestamente todo está mal, esfuérzate y piensa también en los buenos momentos que estás construyendo con tu hijo/a: sentir su olorcito, abrazarlo y besarlo todos los días, sus caras de sorpresa y alegría, escucharlos decir “te quiero mucho”. Siempre recuerda que: No hay nada tan bueno que no tenga algo malo… y no hay nada tan malo que no tenga algo bueno.
  1. Perdónate. Más de una vez te sentirás culpable o pensarás que eres una mala madre o mal padre. Sólo recuerda estas tres cosas: 
  • Nadie te enseña a ser madre/padre (cliché, pero cierto). 
  • Todo lo que estás haciendo lo haces desde el amor.
  • Será una nueva oportunidad para hacerlo mejor.
  1. Busca apoyo, acompañamiento o ayuda. Tu hijo/a no quiere ni necesita superhéroes, sino madres y padres estables que puedan manejar sus temores y frustraciones, y que lo ayuden a transitar por el proceso de adaptación – y lo que llamamos la vida misma.
  1. (Es probable que) Te alejes de tus amigos y familiares. No porque quieras, sino porque tiene que ser así. Estarás agotado/a, agobiado/a, frustrado/a, triste y mal humorado. Es NORMAL. Y tus amigos y familiares así lo comprenderán. De lo contrario, ayúdalos a que entiendan por lo que estás pasando (comunícate) y te sorprenderás de las reacciones positivas que recibirás.
  1. Te sentirás que estás bajo una lupa constantemente. “Eres demasiado permisivo/a”; “eres demasiado exigente”; “eres demasiado aprehensivo/a”; “relájate”; “preocúpate”. Todos opinarán y sentirás que están analizando cada actuar tuyo y de tu hijo/a. “Él/ella se comporta así porque no es mamá/papá biológico”; “ese niñito o niñita es así porque es adoptado/a”. Hay que romper con las fantasías de los otros y educarlos. 
  1. Trabaja en equipo: 

Si tienes pareja, armen una rutina donde puedan apoyarse el uno al otro. Que cuando uno esté colapsado, sepa que está el otro para respaldarlo. Si eres soltero/a, intenta contar con una red de apoyo que te brinde espacios de calma o tranquilidad.

Asimismo, si estás en pareja, pónganse de acuerdo con los valores que le quieren transmitir a su hijo/a y definan cuál será su método de educación. Lo mismo aplica si eres soltero/a.

No se culpen ni critiquen. Ambos van a cometer errores. 

En vez de discutir, saquen tiempo para conversar, repasar sus acciones, rescatar lo que hicieron bien y modificar lo que hicieron mal.

  1. Que tu mente no te juegue trucos. En el proceso de adaptación te sentirás agobiado por sentimientos y pensamientos. La explicación que se darán es “porque soy papá/mamá adoptiva”. Se sorprenderán de la cantidad de padres y madres biológicos que han sentido y pensado lo mismo que ustedes.
  1. Todo pasa. Y a medida que te vas fortaleciendo, vas armando tus propias reglas. Tus propios parámetros.
  1. Nadie conoce a tu hijo/a mejor que tú. Nunca lo pongan en duda.
  1. Te presionarás por ser un padre/madre perfecta. Pero recuerden, ¿quién lo es?
  1. Tu hijo/a trae su propia personalidad. Aprende a conocerla y a aceptarla. Verás cómo todo se vuelve más fácil.
  1. Cuando adoptas un niño/a en etapa preescolar, la gente – sin querer – no se da cuenta que es “similar” al estar con un recién nacido. Como ven a un niño/a “grande”, se olvidan que es la primera vez que están entablando vínculos como familia y no dimensionan que todavía hay ciertos procesos que no se han experimentado (los dan por sentado). Es decir, la edad cronológica de tu hijo/a no corresponde con el tiempo que llevan juntos, por lo que se debe vivir un tiempo de reconocimiento y acostumbramiento similar al de una pareja que son padres de un lactante. Como decimos en broma “recién paridos de una niña de tres años y medio”.
  1. Tómate TODO el tiempo que tengas disponible (durante el periodo de adaptación). Estás aprendiendo a ser papá/mamá, estás conociendo a tu hijo/a, estás intentado armar una rutina, tienes que velar por su salud y desarrollo (horas médicas, terapias, etc.), estás lidiando con pataletas. Es muy probable que tengas que ver los temas domésticos, además de otros roles como pareja, hijo/a y amigo/a.

Colaboración de mamá adoptiva.

Más noticias

Abrir chat
Hola! ¿En qué podemos ayudarte?